O el Prunus persica, cuyo fruto, la manzana, tiene un sabor exquisito. Pero hay otro que, es tan bello y tan rústico, que se ha empezado a plantar en los jardines, tanto públicos como privados; además de utilizarlo para decorar calles y avenidas.

Su nombre es ciruelo de jardín, aunque quizás te suene más su otro nombre: Prunus cerasifera.

El Prunus cerasifera es un árbol caducifolio, esto es, pierde las hojas en otoño-comienzos de invierno, originario de Europa y Asia. Crece hasta una altura de 7-10 metros, con hojas de hasta 6cm de largo. Esta especie es una de las primeras que da la bienvenida a la primavera. Sus preciosas flores miden unos 2cm de diámetro, tienen cinco pétalos y son de color rosa o blanco. El fruto es una drupa comestible de unos 3cm de diámetro, roja o amarilla, que madura a comienzos del otoño.

Debido a su belleza, se han desarrollado muchos cultivares, como el Prunus cerasifera ”Pissardi” y el Prunus cerasifera ”Nigra”, ambos con hojas púrpuras y flores rosadas. Hay otro también muy bonito que es el Prunus cerasifera ”Lindsayae”, que tiene las flores rosas y las hojas verdes.